No sé cuántas horas miré la ventana,
ni sé cuánto tiempo estuve recostada sobre la almohada,
escuchando el maldito tic-tac del reloj
y las alarmas de los autos,
no sé cuánto tiempo más transcurra en este estado,
alegrándome, sonriendo, sufriendo y odiando.



                                                   "Estas en todos lados"

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