Que dias mas intensos estos
no se pa ti pero pa mi
cada instante escarba mas adentro
que dias mas intensos estos
Mi alma se escapa
se entrega
no guarda descanso
espera que traigan mas reto los dias
pues la cicatriz hizo mapas en mi piel
De todo lo que tu acostumbras soy contradiccion , creo que eso es lo que a ti te llama....

Hay un período en la vida del hombre, en donde todas las cosas se tiñen de azul. El firmamento, la cordillera, las nubes. Esta es la historia de un Arlequín de dos caras. La mitad de su cara era blanca y la otra mitad, azul celeste. En un lado se dibuja una sonrisa y en el otro, una mueca de tristeza. Nadie sabía por qué estaba triste o por qué sonreía. Es más, nadie sabía si sonreía o lloraba, porque nadie podía develar su misterio. Entonces, le miraban a los ojos, unos decían: "su mirada puede ser la de una mujer o de un niño". Entonces es homosexual, decían todos. Pero el misterio subsistía. Otros se fijaban en su sonrisa. Hay algo de misterioso allí, como en el cuadro de Leonardo. La sonrisa de la Monalisa. Este Arlequín caminaba como un fantasma. Nadie sabía nunca en dónde estaba o cómo lo podían encontrar.

Cuenta la leyenda que un día le vieron entrar a un circo. Allí consiguió trabajo. Un día bajo los reflectores y ante una galería casi vacía, encontró a una niña llorando porque se había perdido, entonces él le sonríe y le dice que en el cielo hay un club para los corazones solitarios, y que cuando uno llega ahí ya nunca más se siente solo porque está lleno de amigos y amigas con quienes jugar. La niña le sonreía aliviada. Despúes el circo quedó vacío y el Arlequín se fue apagando las luces del escenario.

Un día todo estaba conmocionado y la gente corría como payasos desbocados. Corrían por estrechos callejones, unos encima de otros, asfixiados. Por fin desembocaron en un Gran Teatro. No había nadie en las graderías. Todos eran actores. También el Arlequín de dos caras. Enfurecidos peleaban entre ellos. Cada combate era a muerte. Así es como el Gran Teatro se fue llenando de muertos, había un hedor nauseabundo que hacía imposible el respirar. El Arlequín no podía respirar. Él no quería matar a nadie, sólo sabía sonreir y hacer reir o llorar a los demás. Pero allí todos eran actores y arriba del escenario lo estaban asesinando. El escenario era una selva, sobreviviría el más fuerte. Los payasos y el Arlequín se transformaron en fieras, depredadores, con los hocicos llenos de babas lascivas. Primero fue una guerra defensiva, pero al primer zarpazo apareció el instinto de supervivencia que actuaba por sobre todas las demás reacciones.
Dice la historia que el Arlequín cayó herido de muerte, y, en esos momentos pudo mirar el cielo del Gran Teatro. Y más allá de las luces, había otros hombres con miradas oscuras, que manipulaban los instrumentos que daban vida a la acción: las luces, la música, las cámaras de filmación y los que se encargarían del último sobreviviente. Ya a nadie le importaba lo que había detrás de su sonrisa. Había tantos muertos, había un espacio infectado, el tiempo se acababa, ya la sangre le inundaba los pulmones, ahogándolo... ahí recordó el sueño que un día tuvo: el sueño decía que todos los que habían nacido para encantar a los demás estaban condenados a vagar por el mundo en un viaje errante, buscando siempre lo que nunca encontrarían porque sólo existe en su imaginación. Los viejos dragones de los cuentos de infantiles. Por fin pudo recordar que el sueño tiene alas... y cayó la última gota de sangre. Ya no había payasos, ni arlequines, sólo la misteriosa sonrisa en la boca de los hombres que contemplaban las ruinas del Gran Teatro.


".......ahí recordó el sueño que un día tuvo: el sueño decía que todos los que habían nacido para encantar a los demás estaban condenados a vagar por el mundo en un viaje errante, buscando siempre lo que nunca encontrarían porque sólo existe en su imaginación" :)
uno siempre esta listo para cuando ya es tarde
pero de que sirve llorar si no está
tu corazon ahogado en angustia
agitados suspiros toman control
tu cuerpo no te pertenece
y sos hoy, esclava de tu error, esclava de tu herror
criste poder evitar sentir
criste ser inmune a toda aprehension
pero hoy te das cuenta ¡que no te fue posible!
¡hoy te das cuenta de como es el dolor!
Estoy lucida ,
pero a la vez dormida,,,Como desconectada del mundo.



Se escribe asi nuetra historia: que funcione o no, que este bien o mal, vivirlo con vos para mi es la gloria.
Se alzan los parantes, la carpa se acerca al cielo, ya todo esta listo para que empiece el misterio....
En estos días,
todo el viento del mundo sopla en tu dirección.
La osa mayor corrige la punta de su cola
y te corona
con la estrella que guía,
la mía.
Los mares se han torcido
con no poco dolor hacia tus costas.
La lluvia dibuja en tu cabeza
la sed de millones de árboles.
Las flores te maldicen muriendo,
celosas.
En estos días
no sale el sol,
sino tu rostro.
Y en el silencio,
sordo del tiempo,
gritan tus ojos.

¡Ay! de estos días terribles,

¡ay! de lo indescriptible.


(Cuántos disparos
esperan divertidos al borde de las brumas.
Reino de criaturas de corbata y vestido
cúanto rubor letrado
pide a la araña teja
un abogado.)

En estos días
no sale el sol,
sino tu rostro.
Y en el silencio,
sordo del tiempo,
gritan tus ojos.